Mitológicamente, Eros es el dios griego del amor y el sexo. En el idioma griego, eros , es uno de los siete tipos de amor atribuidos al romance, la lujuria, la atracción sexual y el amor físico.
La contraparte de la deidad romana para Eros es Cupido, el Dios del amor y el deseo. En la cultura actual, el Día de San Valentín va de la mano con la presencia de Cupido. Así, la simbología de ser "alcanzado por la flecha de Cupido" es sinónimo de eros activando el cuerpo.
Con eso, me encantaría aprovechar este momento propicio para presentar la nueva era de nuestro blog Yoni Wanderland: Eros en el país de los vagabundos . Un sucesor de nuestro blog más prominentemente orientado a la astrología. Venus en Wanderland, Eros en Wanderland cambia el enfoque del blog para discutir todas las cosas Eros: qué significa, cómo activar eros, cómo abrazar a eros, cómo vivir eros, cómo amar a eros.
Si bien el Día de San Valentín se ha apropiado en muchos sentidos del mundo capitalista en el que vivimos, me gustaría centrarnos en los aspectos positivos de la invitación que trae este "día del amor" a través de una mirada más cercana a eros
Así que lo que es ¿Eros?
Volvamos un poco a la mitología. El dios Eros era hijo de Afrodita, la diosa del amor y la belleza, y de Ares, el dios de la guerra. La deidad homóloga romana de Afrodita es Venus, y la de Ares es Marte. Así que no sólo ambas energías, el amor y la guerra, son inherentes a Eros, también es conmovedor que Venus en el país de los vagabundos daría a luz Eros en el país de los vagabundos...
Analizar el linaje de estos dioses nos informa sobre el propio eros. Su energía abarca aspectos de ambos padres: hermosa atracción seductora (Afrodita/Venus) junto con inseparabilidad apasionada, agresiva y ardiente (Ares/Marte).
Eros es la frecuencia que experimentas cuando estás encendido, en realidad encendido... Está (con suerte) presente durante los momentos de intimidad sexual con un amante o amantes. Pero el contexto sexual no es el único lugar para eros. Si alguna vez te has excitado en público o en lugares "inapropiados", sabes exactamente de lo que estoy hablando.
Eros también puede ser sutil. Está presente cuando estás en una noche en la ciudad y ves a ese lindo chico o chica y todo tu sistema se sonroja, la habitación de repente se calienta, la sangre corre a tus labios y yoni o lingam, los llena y la cara se suaviza. Tus ojos de fóllame se enganchan. Eros atrae los sentidos.
Eros es la puerta de entrada a la conexión. Sin eros, no hay sexo. Y sin sexo, no hay experiencia de la encarnación profunda y expansiva de la energía Divina de la Creación. La energía sexual, cuando se nutre y cultiva conscientemente, tiene la capacidad de catapultarnos a lo sublime de la Divinidad a la que pocas otras experiencias son capaces de llevarnos. Cuando activamos eros, activamos todo nuestro potencial de creación. Mantiene viva la semilla.
La mayoría de nosotros iniciamos nuevas conexiones desde este lugar de eros activado. Nos sentimos atraídos a conectarnos con aquellos por quienes experimentamos una atracción sexual. Es la naturaleza humana. Eros prepara nuestro sistema nervioso para más con los demás...
Y aquí es exactamente donde somos propensos a quedarnos atascados. En lugar de permitir que eros sea el punto inicial de avance en relación con un nuevo amante potencial, nos quedamos atrapados en la lujuria, en el deseo. Esa nueva conexión, sin más, se convierte en una aventura de una noche (que no tiene nada de inherentemente malo). Pero cuando deseamos conexiones más profundas, es imperativo pasar a otras formas de amor, intimidad y vulnerabilidad con esta nueva conexión. Sin estas últimas cualidades, la chispa de eros se extingue tan rápido como se encendió.
Así que aunque Eros en el país de los vagabundos se trata de explorar eros, es importante comenzar este viaje con la comprensión de que la lujuria y los deseos corporales, tan jugosos y seductores como son, tienen un propósito evolutivo para invitarte a más con ese objeto de tu lujuria y deseo.
Cuando eros corre desenfrenado, puede caer en el aspecto sombrío de la energía de agresión, interrupción y caos de Ares-Marte. Distorsiona, creando el potencial de daño para aquellos que entran en contacto con el eros desenfrenado en otro. La magia radica en alquimizar la lujuria de eros en el amor de eros.
Todos queremos ser amados. Sentir amor. Todos buscamos esa profunda conexión íntima con los compañeros de nuestras almas. Pero la profundidad de la conexión con otro ser humano solo puede cimentarse cuando el eros compartido se eleva a la compasión y al profundo cuidado del corazón por nuestra pareja.
Que la lujuria que experimentas en tu cuerpo sea el catalizador de la jugosidad que está disponible para tu experiencia humana cuando tu alma dicta el movimiento corporal. Tan delicioso como es eros, es importante moderar nuestros deseos apasionados con una conexión auténtica. Con intimidad. Con profundidad. Recuerda su papel como la chispa de lo Divino.
Es hora de reivindicar el abuso y mal uso del eros.